Artikulos

11 agosto 2007

Lo que no quieren que sepamos de la globalización




Desde su nacimiento, el capitalismo ha permanecido inmutable con el paso del tiempo y sus rasgos principales nos lo demuestran. Sin embargo a mitad del siglo XX se han hecho valer circunstancias novedosas como el crecimiento espectacular de los intercambios comerciales, que provocó a su vez el retroceso de barreras aduaneras, el auge de los flujos especulativo-financieros y el desarrollo de técnicas que afectaron a la producción en masa, etc.

Varias fueron las consecuencias de este desarrollo de libre mercado:

- La primera fue el inédito desarrollo de los flujos de carácter especulativo (en el planeta contemporáneo se mueven 60 veces más recursos en operaciones de naturaleza estrictamente especulativa que los que corresponden a transacciones que implican una compraventa efectiva de bienes o servicios).

- La segunda consecuencia que con el paso del tiempo se ha radicalizado ha sido la concentración de los capitales. Los activos afectados por fusiones se multiplicaron por siete en los dos últimos decenios del siglo XX de tal suerte que hoy cualquiera de las cien empresas mayores muestran un volumen de negocios superior al de las exportaciones de cualquiera de los 120 países más pobres.

- La tercera consecuencia más inmediata ha sido el traslado progresivo de las empresas a otros escenarios geográficos en busca de mano de obra barata y gobiernos autoritarios que permitan la obtención del beneficio más rápido y descarnado.

- Una consecuencia novedosa ha sido una general desregularización: las privatizaciones han avanzado, en el marco de un proceso claramente alentado por el FMI la OMC y la AMI.

- Por último debemos mencionar que la globalización capitalista ha permitido un notabilísimo crecimiento de las redes del crimen organizado. Cuando se hacen desaparecer controles, ello beneficia a los capitales que se mueven en la legalidad, pero también a aquellos que se desenvuelven en la trastienda (entre los siglos XX y XXI los ingresos anuales de los circuitos mafiosos, en claro ascenso, se elevan a 1,6 billones de dólares).

Este análisis nos permite hacer una conclusión general: la globalización capitalista acarrea una apuesta inmoderada en provecho de la gestación de un gigantesco paraíso político fiscal a cuyo amparo los capitales habrán de moverse, a lo largo y ancho del planeta, sin ningún tipo de cortapisa, pudiendo desentenderse, en paralelo, de cualquier consideración de cariz humano, social o medioambiental…





Información obtenida del libro “Movimientos de resistencia frente a la globalización capitalista” por Carlos Taibo,


¡Lucha y valor!








1 comentario:

RadioRahim dijo...

Bienvenido hermano!Espero que esto vaya palante, que sabemos y sentimos que es algo serio, eso sí, escondiendo para nosotros la gran sonrisa:)Muy bueno el artikulo tio, en él se demuestra la kara verdadera del gran monstruo que es la globalizacion neoliberal y capitalista y todo lo que barre y barrerá a su kamino.Que no paremos!!Las venas se cierran; las bokas se abren.Salud