14 septiembre 2007

ESA DEMOCRACIA

Bendita democracia que nos permite expresarnos libremente (oficialmente). Que nos permite elegir al que obedeceremos, al mismo que obedecerá a las multinacionales. Que me permite a mí publicar libremente mis reflexiones (mientras no sean peligrosas para el orden constituido). Que nos permite debatir las medidas políticas (aunque solo sea debatirlas, que ya es una mejora).
Pero ¿en que medida la democracia es la mejor forma de gobierno? Es lógico preferirla a una dictadura, pero es necesario cuestionar su funcionamiento interno, su grado de legitimidad.
Para empezar, no es comprensible que una persona conozca las inquietudes o los problemas de más de 40 millones de personas; es materialmente imposible que una persona pueda representar a todo un estado, por ello el presidente de gobierno se compagina con electos locales, provinciales, etc. La pregunta ahora sería si los elegidos localmente velan por los intereses del censo…
Miremos hacia las intenciones de la oferta de partidos. A nivel nacional solo salen dos partidos mayoritarios: PP y PSOE. Ambos tienen una política económica similar, fruto de la nueva izquierda nacida en Europa a partir del desarrollo del Estado de bienestar. Ambos partidos caminan el mismo sendero, uno con cada pie, pero juntitos al fin y al cabo (que no os engañen la parafernalia de insultos televisados). Ambos tienen un objetivo común: llegar al poder. Parece lógico, pero no para resolver los problemas simplemente llegar es el objetivo. Partiendo de esto mi convicción democrática comienza a flaquear.
Hablemos de afiliación. Muchos idealistas con poca ideología se afilian a partidos con la intención de mejorar la situación actual, que es deprimente. Pero se encuentran que su voz es silenciada por una jerarquía interna en la que solo opinan el numero uno de la lista y sus lame culos (que suelen ocupar del 2 al 10 puesto, por aproximar).Para llegar a un puesto importante deberán tragar toda su mierda, perdiendo así las convicciones iniciales.
Tanto a nivel nacional como insular o provincial ganan unos y pierden otros gracias a sus promesas. Después de observar varias elecciones en mi vida he llegado a una conclusión dolorosa pero cierta: la sociedad es gilipollas. Durante un par de meses antes de las elecciones nos inundan con propaganda y las nombradas promesas y nosotros olvidamos las experiencias que tenemos para creernos toda esa patraña.
Llevamos ya más de 30 años con la misma dinámica y parece que algunos comienzan a ver la democracia como algo inútil. Prueba de ello es que el porcentaje de abstención, cada año mayor. Muchos de estos no tienen una ideología determinada, sino que simplemente están cansados de hacer el paripé. A pesar de que no relacionen la democracia como una forma de mejorar sus vidas, tampoco la relacionan (ni a la práctica, ni a quienes se respaldan en ella para chupar del frasco) con las miserias cotidianas; también es cierto que la mayoría ni siquiera se cuestiona la posibilidad de una nueva forma de organizarse, mucho menos basada en la horizontalidad, la solidaridad y la cooperación.
Debo decir que no solo existe la democracia tal y como es practicada en España, llamada representativa. Actualmente hay otra práctica etiquetada como participativa, pero abarca a muchas menos personas (lo que permite que puedan decidir en los puntos a tratar). Esta democracia comprende pequeños núcleos de población y está vinculada a movimientos sociales tales como el zapatismo, en Méjico, aunque aquí en España existen pueblos que la llevan a cabo (siempre con las restricciones centralizadoras del estado).
En cada comunidad se forma una asamblea general en la que pueden participar todos los que lo deseen. Para ello es necesario que exista un mínimo de cultura política, una necesaria visión crítica que no acepta argumentos de autoridad (no por decirlo alguien con reconocido mérito debe ser correcto) con lo que todos y cada uno participan democráticamente, mucho más que nosotros, ya que no se limitan a elegir, sino condicionan las decisiones con debates y propuestas. Esta es la verdadera democracia.
Ya que esto se esta alargando me veo obligado a concluir la sección de opinión por hoy. Para aquellos cuya curiosidad comienza a desatarse aconsejo buscar info. Sobre los zapatistas en Méjico, o más cercano sobre un pequeño pueblo en la península, la cual tiene una Web con información bastante detallada…para concluir diré que este tipo de democracia esta muy vinculada con la corriente anarquista.
(Sobre zapatismo hay mucho en la Web, así como en este blog)

http://www.marinaleda.com/ ->pueblo español cuya organización política descansa en la democracia participativa

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