La situación socio-política en Chiapas, México, está llegando a límites insoportables por la axfixiante campaña contra las Comunidades Zapatistas. En las últimas semanas es alarmante el incremento del desalojo de tierras zapatistas recuperadas y las agresiones físicas y verbales muy graves, son cada vez de mayor intensidad y de nefastas consecuencias.
El objetivo inequívoco que se persigue no es otro que generar la división, el enfrentamiento y el desmantelamiento de la que posiblemente sea la experiencia mundial vigente, por la vía de los hechos, más sólida de autogestión, la generación desde abajo, de una sociedad paralela al modelo capitalista-neoliberal: la autonomía zapatista.
De no pararse de inmediato la actual afrenta, puede estallar de nuevo después de 13 años el conflicto bélico, justificando así la entrada del ejército federal mexicano para terminar de una vez por todas con la estructura organizativa autónoma de las comunidades zapatistas, las cuales se han ido conformando a lo largo de los más de diez años de vida desde alzamiento del EZLN el 1 de enero de 1994.
Precisamente es a partir de los diálogos de San Andrés entre el EZLN y el Gobierno Mexicano, el 16 de febrero de 1996, y el rompimiento unilateral por parte de éste de dichos acuerdos, cuando los Pueblos Zapatistas inician su andar en paralelo a la democracia formal mexicana.
Desde el 2005, coincidiendo con la 6ª Declaración de la Selva Lacandona, emitida por el EZLN, y hasta finales del 2007, se ha reformulado y retomado la estrategia de acoso y derribo por parte del Gobierno Federal de México con íntima vinculación con los diferentes Gobiernos Estatales y municipales del Estado de Chiapas.
Evidente es la estrecha colaboración asimismo, entre el Ejército Federal Mexicano y las distintas organizaciones paramilitares que operan en territorio indígena chiapaneco. Cabe destacar la intervención gubernamental explícita en este nuevo escenario de la ofensiva, de la Secretaria de la Reforma Agraria, de la Procuraduría Agraria, de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (implantando el Plan Puebla Panamá), también de la Secretaria de Turismo, además cómo no, de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA).
A diez años de la Masacre de Acteal, donde murieron 45 indígenas, 17 resultaron heridos y miles fueron desplazados, la historia se reproduce y hace saltar todas las alarmas. La causa de ésta voraz, refinada y meticulosa ofensiva tiene dos factores interconectados, por un lado el alto grado de implantación, y por tanto peligroso por su contagio, del modelo de organización social zapatista, el cual cuestiona de raíz los cimientos del neoliberalismo, y por otro lado, los intereses y progresivas presiones de las multinacionales de todos los sectores, para las que no hay límites en el saqueo de la tierra y las comunidades.
Son los y las zapatistas, mediante el sentido común, destreza y sabiduría, quienes saben conjugar la Defensa de la Tierra y el Territorio, resistiendo así el ataque sostenido que se les está aplicando, siendo por esta razón por la que se les criminaliza. Tal conjunción de factores ha precipitado la cancelación por parte del EZLN de la Gira Nacional de la ‘Otra Campaña’ y el consiguiente repliegue a territorio autónomo.
A que los medios de comunicación internacionales no están informando sobre la escalofriante escalada de violencia citada, el cerco mediático tanto nacional como internacional sugerido por la clase política mexicana y europea, se suma la complicidad de la política de Asuntos Exteriores del Gobierno Español de José Luis Rodríguez Zapatero y la de Unión Europea, desde ambas instituciones se mira a otro lado cuando se trata de identificar y denunciar la flagrante violación de los Derechos Humanos más fundamentales, que ejerce el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, debido a la multiplicidad de intereses económicos y comerciales en juego que se defienden y promueven (inversión de empresas, la omisión de la Cláusula Democrática en los Tratados de Libre Comercio entre la Unión Europea y México- TLCUEM -, etc).
Dada la situación, la involucración de la Sociedad Civil Internacional es clave para colaborar en parar la embestida contra las Comunidades Autónomas. La formación de Brigadas de Observación Tierra y Territorio deben hacerse presentes constante y sistemáticamente en territorio rebelde durante los primeros meses de éste nuevo 2008, con el fin de garantizar la seguridad de nuestros hermanos y hermanas zapatistas, y también del territorio, pues es patrimonio de la humanidad.
Por último agregar que hacemos responsables máximos de todo lo que pueda llegar a suceder contra los Pueblos Zapatistas y su territorio autónomo, tanto a Felipe Calderón Hinojosa, Presidente del Gobierno de México, como a Juan Sabines, actual gobernador del Estado de Chiapas.
Como parte de las acciones y actividades previstas, se instalaran tiendas de campaña
para pasar la noche ante el Consulado de México.
Nos manifestamos por
- El Cese inmediato de las hostilidades, de las agresiones de todo tipo, del desalojo de tierras recuperadas y de la ocupación militar del territorio zapatista, efectuando su inmediato repliegue.
- Respeto a la autonomía zapatista. Por el respeto y aplicación de los Acuerdos de San Andrés.
- Que los medios de comunicación nacionales e internacionales traten la información y lo hagan de forma imparcial y exhaustiva.
- Identificar y denunciar la evidente participación del Gobierno Mexicano y de las organizaciones paramilitares, de los diferentes cuerpos policiales, así como de la Unión Europea y la política de Exteriores del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
- Animamos a la formación de Brigadas de Observación de la Tierra y el Territorio en Chiapas.
Convocamos la CGT-Comisión Chiapas y el Colectivo Zapatista 'ELCARAGOL'